lunes, 6 de septiembre de 2010

El infierno, si existe



¿Sabes qué? si el infierno fuera un lugar de nuestra dimensión material se debería encontrar físicamente en algún lugar geográfico o planetario. Me inclino a pensar que el infierno, por ser eterno, no es de este mundo, no es material sino espiritual. De este modo, las cosas allí no se podrían medir con parámetros materiales como la temperatura o la presión; no aplicarían las leyes y teorias naturales como la Ley de Boyle o la teoría de la gravedad. 

Ciertamente en las escrituras se habla del lugar del fuego eterno, pero por lo dicho hasta ahora este fuego no sería un fuego material ¿entonces qué es? Sería algo que "quema" como el fuego: el remordimiento. 

Imagina estar pensando continuamente, para toda la eternidad, que tuviste toda una vida para reconocer a Dios, crecer en la Fe y la Esperanza y perfeccionarte en la Caridad, y que por orgullo y soberbia no quisiste usar tu libertad para hacer el bien y para escoger la mejor parte. Eso si que debe "quemar" el alma. 

También hemos aprendido que en el infierno no está Dios (que es Amor). Incluso con toda la crueldad  que puede haber en este mundo, siempre podrá encontrarse algún destello de amor, pero allí no, ese es el lugar de la ausencia absoluta de amor. Allí se encuentra todo lo contrario: el odio. Imagina estar eternamente sintiendo odio hacia todo, pero principalmente hacia uno mismo, por cometer la terrible estupidez de no aceptar el Evangelio, por no ser suficientemente valiente para la propia Conversión, para el arrepentimiento y para la reconciliación. 

¡Terrible! y precisamente por eso le llamamos infierno; que por cierto, viene del latin "ínferus" o lugar inferior, pero que no tiene que ver con un lugar subterráneo o con el centro de la tierra, sino que es un lugar inferior en calidad espiritual.

lunes, 30 de agosto de 2010

Momento de Despedida




Cuanta gente había… Al final cuando llegaron al recinto sagrado, los anderos que llevaban el ataúd lo giraron lentamente… La despedida definitiva de los hombres, del mundo. ¿Pero también de mí? No, de mí no.

Mientras, el cortejo fúnebre ya estaba entrando en la basílica, tenían que bajar el ataúd a la tumba. Y ha sido entonces, justo entonces, cuando he empezado a pensar… Lo he acompañado durante casi cuarenta años… He estado siempre con él, junto a él.

Ahora, en el momento de la muerte, se ha ido solo. Lo he acompañado siempre, pero de aquí se ha ido solo. Y este hecho, no haberle podido acompañar, me ha impactado profundamente.

Si, lo sé, no nos ha dejado. Aún sentimos su presencia… Pero de aquí se ha ido solo. ¿Y ahora? ¿Quién le acompaña en la otra orilla?

Tomado del libro Una vida con Karol (parte II, capítulo 35), de Stanislao Dziwisz, Cardenal Arzobispo de Cracovia, 2007.

sábado, 21 de agosto de 2010

La Iglesia y el capitalismo




"Aunque el socialismo histórico había concluido, no por ello debía hablarse de una victoria del sistema capitalista. En el mundo seguían (y siguen) existiendo la misma pobreza de antes, las mismas macroscópicas desigualdades en la distribución de los recursos. Y esto era consecuencia, también, de los efectos provocados por un cierto tipo de liberalismo sin normas, indiferente ante el bien común, especialmente activo en el Tercer Mundo.

No se podía construir un nuevo orden social basándose exclusivamente en un sistema que considere al hombre como un instrumento, como un simple engranaje en la maquinaria de la producción. Es necesario recuperar el protagonismo del hombre trabajador. Sólo entonces sería posible crear un modelo de desarrollo económico fundado sobre la SOLIDARIDAD y la participación.

Todo esto, sin embargo, (fue expuesto por Juan Pablo II) sin entrar nunca en las decisiones técnicas, en cómo actuar, de qué forma. Porque, de no ser así, la Iglesia se saldría de su campo específico, la misión pastoral y la reflexión crítica sobre la conformidad de los procesos sociales con el camino trazado por el Creador.

No fue casual que, una vez, el Papa Wojtyla dijese que la Iglesia no puede dejarse arrebatar por ninguna ideologia o corriente política, la bandera de la justicia, que es una de las primeras exigencias subrayadas por el Evangelio y el núcleo central de su docrina social.

Uno de los aspectos más criticados del pontificado de Juan Pablo II, es la concepción de la Iglesia como fuerza social. Es decir, que la Iglesia, obrando en la sociedad al servicio del bien común, puede ser un gran elemento de renovación social. Y esto como consecuencia de su misión, de su encarnación del Evangelio. Como testimonio del mensaje de Cristo y no para reconquistar la sociedad, para someterla, haciendo saltar las distinciones, ya consolidadas para siempre, entre el papel de la Iglesia y el del Estado.

Todos los sistemas, no solo los totalitarios, han intentado siempre marginar la religión, recluirla en las sacristías, o instrumentalizarla con fines políticos. Y palabras que se habían escuchado de labios de Jesús, se habían convertido en propiedad de ciertos movimientos, de ciertos partidos. (La Iglesia se opone) a todo esto. ¡Ha dicho no! Y ha salido a las calles, a las plazas, para no dejar estos espacios en manos de otros.

La Iglesia no debe hacer política directa. En cambio, es un deber plenamente legítimo de ella emitir juicios morales, también en el terreno social y político. Pero luego son los creyentes laicos los que deben comprometerse en la vida pública y, en concreto, en la vida política."

Tomado del libro Una vida con Karol (parte II, capítulo 27), de Stanislao Dziwisz, Cardenal Arzobispo de Cracovia, 2007.

Gracias Padre



Dios Padre Todopoderoso,
Bendito y Alabado seas por siempre.
Te doy gracias:
por este nuevo día de vida en el que podemos intentar hacer todo nuevo y mejor,
por tu Gracia santificante,
por los Dones de tu Espíritu Santo,
por los bienes de tu sobreabundante Providencia,
por las pruebas que permites para que crezcamos en Fe, Esperanza y Caridad.

Te ofrezco todo lo que soy y haré hoy, para tu mayor Gloria.

Ayúdame para que en cada pensamiento, palabra y obra que salgan de mi
se manifieste solamente tu Santísima Voluntad.
Ayúdame para que yo me transparente
y no sea a mi a quien vean, sino a mi Señor Jesucristo
y en ÉL conozcan tu Amor.

Por nuestro Señor. Amén.

martes, 17 de agosto de 2010

La Iglesia y el comunismo



"Por su experiencia polaca, Karol Wojtyla conocía bien la doctrina marxista y sus aplicaciones concretas. Y, precisamente por eso, no creía que fuera posible evolución alguna del sistema comunista. Y ni siquiera creía que pudiera existir un comunismo de rostro humano, ya que el marxismo priva al hombre de sus libertades y, por lo tanto, limita sus capacidades de desarrollo, de acción.

Además, la ideología marxista, al sostener que la religión es el opio del pueblo, hacía propaganda del ateísmo, no reconocía la libertad de conciencia ni la de las confesiones religiosas. Por lo tanto era  difícil (y aún lo es) conciliar la posición de la Iglesia con el marxismo y el comunismo."

Tomado del libro Una vida con Karol (parte II, capítulo 18, párrafo 5), de Stanislao Dziwisz, Cardenal Arzobispo de Cracovia, 2007.


viernes, 30 de julio de 2010

Todas las cosas para el bien










"Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio." - Rm 8, 28








La belleza, la riqueza y la alegría del mundo,

son todas efímeras, pero aun así tienen un buen propósito:

hacernos pensar en la belleza indescriptible del Dios eterno,

en la riqueza imperecedera del Cielo y

en la alegría de nuestra cita con nuestro Señor,

alegría que nada ni nadie nos podrá quitar.


sábado, 10 de julio de 2010

Reflexiones sobre la Felicidad





En el sermón de la montaña Jesús nos dice, por medio de las bienaventuranzas, que la verdadera felicidad está en: 
  • Vivir como si no tuviéramos nada, aún teniendo, con el corazón sin apego a las cosas de este mundo, amando a Dios por encima de todo. 
  • Abandonar toda forma de violencia y obrar con un temperamento apacible, sosegado, tranquilo, que corresponda con un corazón paciente, que conoce las propias limitaciones y debilidades. 
  • Llevar con paciencia los dolores y sufrimientos de este mundo, sin reservarnos el llanto ni rechazar el consuelo. 
  • Esperar el premio de la justicia de Dios, perdonando todas las ofensas de este mundo. 
  • Sentir en el propio corazón la necesidad de los demás, haciendo el bien material y espiritual a los más pequeños del Reino de nuestro Señor. 
  • Perseverar en la devoción a las cosas santas, así como en la compasión, para presentar un corazón limpio a Dios. 
  • Colaborar en la construcción de la paz en cualquier lugar a donde podamos llegar. Una paz de justicia, reconciliación, amistad y concordia, pero sobre todo la Paz de Cristo, de confianza en el perdón de los pecados y de esperanza en la resurrección y en la vida eterna. 
  • Ser perseguidos, pero por cumplir celosamente los mandamientos de Dios y por hacer siempre lo que es agradable a Dios. 
  • Ser rechazados por el mundo, pero por rechazar también lo que el mundo quiere que hagamos.
Mientras vamos peregrinando por este mundo vamos descubriendo que hay cosas que duran solo un instante; otras duran unos días; otras llegan a durar años; algunas incluso deben durar toda la vida; pero lo mejor es eterno. El secreto de la felicidad está en diferenciar y reconocer lo uno de lo otro y hacer todo por preferir lo que es eterno.





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viernes, 9 de julio de 2010

El verdaderamente Justo, siempre es Justo



Ya se va haciendo uno la idea, por cotidianidad, que el "hombre nuevo" de este socialismo que nos toca, es un hombre que por fuerza debe estar sujeto a la línea del partido único, que es la línea del líder único. Sujeción que implica mejor estar callado, porque ya el líder lo dijo todo.



Tan pronto alguien presenta un argumento para hacer ajustes que permitan que todos los venezolanos tengamos cabida, entonces ya deja de ser "masa", "colectivo", "pueblo", para convertirse en otra cosa, irrepetible por ser irrespetuosa.

Ciertamente el Señor Cardenal habla desde una palestra, a la que ha llegado después de toda una vida de servicio. El Señor Presidente también lo hace desde su respectiva palestra, a la que ha llegado ganado las elecciones que le ha tocado enfrentar. Ambos tienen mérito para estar en donde están, ambos tienen perfecto derecho para hablar y proponer. Ninguno tiene derecho para insultar.

Lamentablemente hoy se hace apología de este delito y se pasa a justificar una conducta reprochable: el insulto. Espero que los que lo hacen no se vean en la situación de emitir una opinión frontalmente contraria a la de la línea del líder único, porque entonces lamentarán haber aplaudido lo que hoy aplauden (como ya ha ocurrido muchas veces).

Que Dios les conceda la Gracia.


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miércoles, 23 de junio de 2010

Carta para una amiga desconocida






Hola Amiga,

No te conozco en persona y anticipadamente me disculpo contigo por estas líneas que no me has solicitado. Te invito a leerlas con amplitud, incluso siendo benevolente con mis errores de apreciación.

En tus comentarios de los días recientes puedo percibir que vas como en una "montaña rusa"; unos días eufórica y otros deprimida. Esto puede señalar diversas cosas, entre ellas que tal vez tiendes a sentir decepción por lo que te rodea, ansiedad insatisfecha.

Considera esta primera idea. De todas las posibilidades y combinaciones que podian darse, en el preciso momento, tu fuiste concebida. No podía ser ni antes ni después, sino no serías tu; sería otra persona. Porque cada persona es una combinación única e irrepetible de cuerpo y espíritu. Y aquí estás, ganadora de una loteria cósmica y parece que te estás complicando en descifrar lo que debes hacer con el único premio: la VIDA.

Y puede que te preguntes que cómo es que tienes el único premio, si cuando llegaste ya habían en el mismo lugar unos 5 billones de "ganadores", sin contar los que ya habían pasado por aquí. Primero que nada, es el único premio porque no había ningún otro. La alternativa era no haber existido, para no estar en la memoria de nadie. En segundo lugar, es verdad, parece que somos muchos, pero piensa en cuantos trillones nunca fueron y nunca serán.

Todo esto te lo digo para que consideres lo siguiente: ahora que estás aquí VIVA, ¿de que se trata esta VIDA?. Si fuera como tu dices, que Dios no existe, nuestra existencia sería triste y sin más sentido que el que tiene la vida de un gusano. Pero te tengo buenas noticias: ¡Dios Si Existe!. Mira a tu alrededor y contempla su creación. Mírate al espejo y contempla, una vez mas, su creación.

Hay algo en tu corazón que te impulsa a buscarlo, respondiendo a su llamado. Si no cómo explicas ese interés tuyo por lo espiritual, aunque en tu búsqueda te distraes con el budismo o con la nueva era. Tu postura agnóstica, en el fondo es solo eso: postura. Quieres proyectar una imagen irreverente, ruda.

Sabes que la existencia de Dios no es producto de la imaginación febril de unos fanáticos. El se hizo hombre hace dos mil años para revelarnos "El Camino". Seguramente sabes lo qué es un mártir: es ese que por defender su FE, es decir aquello en lo que cree, es capaz incluso de dejarse matar. Los martires cristianos abundan. ¿sabes por qué? porque ellos son testigos, incluso presenciales, de la resurrección del Hijo de Dios.

Te menciono la resurrección porque es clave para entender nuestra vida en este mundo. Afortunadamente no se trata de reencarnaciones en otros cuerpos, incluso de animales, para regresar siempre a este mundo. Eso sería terrible. Se trata de que Dios tiene para nosotros algo mejor en otro mundo (otra dimensión, como tu le dices).

Entonces el premio de la vida que tenemos en este mundo solo es como una antesala, una preparación. Así como tu vas al cole y a la universidad con la ilusión o el objetivo de graduarte de algo, en esta vida nos debemos graduar en santidad. Para lograrlo enfrentamos muchas pruebas. Una de ellas tiene que ver con el uso que damos a la libertad que tenemos. La libertad se nos da para hacer el bien, SIEMPRE. Cierto que si así lo queremos también la podemos usar (incorrectamente) para hacer el mal, pero ya no sería libertad sino algo degradado: libertinaje (pecado). Otra prueba destacada es la obediencia, que logramos cuando nos vaciamos de nosotros mismos, cuando somos humildes y buscamos discernir y observar la voluntad de Dios en lugar de insistir en hacer nuestra voluntad.

Pero no me malinterpretes. Con estas líneas no pretendo hacer proselitismo del cristianismo. Solo trato de compartir contigo mi visión de la vida y solo puedo explicarla desde mi FE. Es mi intento de darte una mano. Y tal vez no es mi mano y simplemente soy un instrumento.

Seguiré orando por ti. Soy tu amigo.


P.D.:


Algo puedes tener por cierto. No para que te sirva de consuelo, sino para que lo tomes como algo que hay que aprender a confrontar y vivir. Todos pasamos por pruebas mientras peregrinamos en este mundo. Unas más duras, otras menos.

Nosotros, los cristianos, tenemos a Jesucristo y a los santos. Nos sirve contemplar su vida como ejemplo para superar nuestros propios sufrimientos. 



Cuando veo a Jesús, en la cruz y coronado de espinas, le digo:


Ciertamente eres Rey; 
con tu corona de espinas eres el Rey de todos los que sufren y padecen; 
eres nuestro Rey; 
concédeme tu gracia Señor, 
para que yo pueda imitarte en tu humildad y paciencia y, 
de este modo, pueda vivir con la cruz que me ha tocado; 
por ti la acepto Señor y 
te ofrezco todo mi sufrimiento para mi redención y 
la de todos mis hermanos y hermanas.


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viernes, 18 de junio de 2010

Ruega por nosotros





Madre Bendita,
Madre Bienaventurada,
Madre de Dios y
Madre nuestra,
toma nuestras plegarias en tus manos y
llévalas al cielo como si fueran incienso perfumado,
a la presencia de nuestro Señor,
para que ÉL las reciba como si fueran tuyas,
tal como ocurrió ante tu ruego intercesor
por los novios de aquellas bodas de Caná.



Imagen de María Reina (Madre del Rey), en la Déesis (plegaria o súplica en nombre de la humanidad). Parte del políptico de la adoración del Cordero Místico, pintado por los hermanos Van Eyck (1432) para el Altar Mayor de la Catedral de San Bavón, ciudad de Gante, capital de Flandes Oriental, Bélgica.


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jueves, 10 de junio de 2010

Cumpleaños




Un día más, de un año más, de todo el tiempo.

Sería simplemente un día cualquiera,
si no tuviera el mérito de recordarte que naciste y vives solo para dar Gloria a Dios.

Que EL te conceda su Gracia

La Gracia Divina




La Gracia de Dios es como agua fresca de manantial.

Cuando la dejas correr crece hasta hacerse torrente.

Todos los que beben de ella tienen vida
y se multiplican abundantemente los que viven en ella.

Al llegar a aquellos que acumulan y no dan, los sana para que también tengan vida.

Por donde pasa, todo se hace fértil; nada se marchita ni faltan los frutos porque la Gracia no deja de fluir.

- cf. Ez 47, 1-9.12




Está implícito en el mensaje: Si quieres tener mucha, entonces déjala correr...
Imagina que eres un vaso de 250cc; si lo llenas y lo reservas, solo con eso te quedarás, pero si tan pronto lo llenas vas y lo das de beber a otros, entonces además de llevarle vida a estos otros, por ti pasarán incontables litros de ese bien que recibes y das.

Que Dios te bendiga con su Gracia.


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domingo, 23 de mayo de 2010

Algunas reflexiones sobre la Santísima Trinidad




Dios es tres personas en si mismo porque EL es Amor. El amor no es abstracto; para ser Amor, también debe ser Amante y Amado. Así Amor, Amante y Amado, intrínsecos e inseparables, son una Trinidad y un solo Dios.

Dios es Amante porque es Padre y Creador. Engendra y crea por amor y ama al Hijo y a la creación.

Dios se hace Hijo por amor. Dios Hijo es Amado y predilecto del Padre, por EL todo fue creado. Dios Hijo se encarna, se hace hombre, por amor, para salvarnos.

Dios es Espíritu Puro y Santo, es Amor Puro y Santo. Todo aquel que le ama le obedece; y así también se hace amado del Padre y uno con el Hijo y recibe su Espíritu, es decir su Amor, que es enviado tanto por el Padre como por el Hijo. Todo el que le abre su corazón al Espíritu de Dios, a su amor, se santifica.

La Trinidad Santa es siempre una oportunidad para aprender sobre la relación intrínseca que hay entre unidad y obediencia.

La obediencia del Hijo al Padre, es total y voluntaria; el Hijo se hace transparente de tal modo que es al Padre a quien vemos cuando Jesús habla y actúa.  Esto es así porque Jesús, según EL mismo nos explica, es enviado por el Padre. El enviado no puede hacer su voluntad, sino la voluntad de quien le envía.
De modo similar, el Espíritu Santo, viene como enviado por el Padre y el Hijo.
Sin esta obediencia, cada persona estaría haciendo su propia voluntad. Ya no serían uno. Sería debatible la naturaleza divina de todas, porque Dios solo puede ser Uno.

Para hacer la voluntad de otro, es necesario renunciar primero a sí mismo. Quien hace esto entiende que la vida, la existencia, no es de uno mismo ni es para uno mismo. La vida es de quien la da y solo tiene sentido en la medida que se entiende para qué se da y consecuentemente se cumple.

Jesús nos demuestra el objeto de la vida a lo largo de su ministerio (y seguramente también fue así antes), pero es hasta la última cena que nos lo revela plenamente. La vida es simplemente para amar del mismo modo que EL nos lo enseñó, amándonos. Amar hasta el extremo, si es preciso hasta dar la vida por los demás. Amar sin distinguir quien es amigo o enemigo. Porque el único modo de recibir y vivir el reino de Dios, reino del Amor, es amando. El único modo de acabar con el mal, tanto el  que hay en nosotros como el que está a nuestro alrededor, es amando.

Nuestra Madre Celestial, María de Nazaret, también nos ayuda a comprender que en el misterio trinitario las tres personas son distintas, aunque tienen la misma esencia y son un solo Dios. Ella es hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo y esposa de Dios Espíritu Santo.

Nosotros también estamos llamados a ser parte de la Trinidad en la persona del Hijo. Por, con y en el Unigénito. De esta forma seremos Uno con el único Dios y sus tres personas. Seamos siempre hijos, en comunión con el Padre, obedeciéndole en todo, amándole a EL sobre todo y amándonos todos.

La imagen de la Santísima Trinidad es un ícono de Andréi Rubliov, religioso y pintor ruso (1360-1430).

Para ver nuestra publicación anterior sobre la Santísima Trinidad, favor hacer clic aquí.

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miércoles, 19 de mayo de 2010

Consejo para un hijo






Cierto ánimo que hay en el ambiente para compartir pensamientos, ideas y comentarios en las líneas de "status" de las "redes sociales" (vg.: facebook y similares), me da pie para compartir un consejo sobre el que estuve meditando durante la cuaresma reciente. No se limita a lo que un padre/madre le puede decir a un hijo. Puede ser un consejo general de una persona para otra. Tal vez de una persona que ha vivido más, para otra que apenas comienza. Pero nunca es tarde para recibir un consejo, más si este resulta ser bueno. Sin más preámbulos el consejo es: "nunca dejes de ser hijo".

Desde mi miope perspectiva, una de las mayores tragedias que le puede suceder a una persona es dejar de ser hijo. Esto no ocurre solo porque quede en la orfandad; le ocurre a muchos que aún tienen padre y madre vivos. Incluso les sucede a aquellos huérfanos que no buscan en otra persona la figura del "padre" o la "madre". Uno comienza a dejar de ser hijo cuando se afana mucho en la emancipación y, llegada esta, luego en la autosuficiencia. Si alguna vez pidió consejos, entonces va dejando de pedirlos. El cúlmen llega cuando se pierde el hábito de la obediencia a la autoridad y, desconectándose primero de su padre y madre, continua con toda autoridad humana, hasta también desvincularse de la autoridad divina: Dios.

Ahora veo desde este momento de mi vida, que feliz era yo cuando era hijo sujeto a mis padres. Sin saberlo ni apreciarlo era "macario", es decir bienaventurado o feliz, según el sermón de Jesús en la montaña (cf Mt 5). Aún teniendo todo lo que disfrutaba como hijo, nada era de mi propiedad, por lo que era verdaderamente pobre de espíritu. Sujeto a ellos, debía esforzarme en la obediencia, lo que se hace solo en humildad.

Cuando digo que "nunca dejes de ser hijo", no se trata de que alguién se quede en una especie de síndrome de "peter-pan", niño-grande viviendo con sus padres para siempre. Más bien se trata de rescatar algo que la sociedad moderna occidental ha venido perdiendo: la familia grande, la "tribu" familiar, con respeto por la figura patriarcal/matriarcal; no para tener a los viejos en un rincón como jarrones chinos, si no para nutrirse de su experiencia y sabiduría, para pedirle consejos y para obedecerles. Todo esto a imitación de Cristo, a quien vemos en el Evangelio orando todas las noches, es decir, conversando con el Padre Celestial y obedeciendole en todo.

Creo que las decisiones tomadas en la vida son mejores si se piden consejos y si se está más dispuesto a obedecer toda autoridad que viene de Dios.

Recordemos siempre que fue con la desobediencia de un hombre que perdimos lo más preciado y que luego, con la total y voluntaria obediencia de otro hombre, hemos vuelto a ser hijos de Dios.


Breve reflexión sobre la islamización de Europa



No se trata de que los europeos en masa se están convirtiendo al Islam. La islamización es un proceso que ocurre en paralelo a la secularización de Europa, es decir, al hecho de que los europeos han abandonado el Cristianismo y viven un ateismo práctico. Quieren vivir como si Dios no existiera. Lo que los ha llevado a tolerar el aborto, el divorcio, las uniones contra-natura, las asociaciones de "disfrute" (parejas que elijen no tener hijos), etc.

Con el tiempo se han ido quedando primero sin familias luego sin hijos, ergo sin generación de relevo. Es allí donde encuentran cabida los inmigrantes de africa y asia de confesión islámica, mas cercanos geograficamente que los latinoamericanos de confesión cristiana (a los que han despreciado de todos modos). Lo demás es cuestión de familias numerosas, reproducción y tiempo.

¿Qué puede esperar alguién que ha despreciado a Dios? ¿Será desaparecer absolutamente sin dejar registro? Solo Dios lo sabe.

Mientras aguardamos por la revolución islámica de Europa, un consejo tomado del refranero popular: Cuando veas las bardas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo.


Peregrinos



Recuerda hermano Teófilo, (porque seguro ya lo sabes o lo intuyes): en este mundo sólo somos peregrinos.

Y para eso que es trascendental, que nuestro corazón busca por todos lados, sólo hay un camino: nuestro Señor Jesucristo.

Eso si, no lo busquemos sin cruz, porque entonces no es EL. Aceptemos nuestra cruz y sigámoslo.


martes, 18 de mayo de 2010

Esa cosa que también quieren llamar matrimonio



Dos leonas no hacen pareja. Dos gatos, tampoco. No pueden aparearse. Para ello tendrían que ser de distinto sexo y de la misma especie. Son cosas de la zoología. No es producto de la cultura hitita, fenicia, maya, cristiana o musulmana. Por supuesto no es un invento de la Iglesia Católica. Muchos siglos antes de que Jesús naciera en Belén, el Derecho Romano reconocía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Después ellos se divertían con efebos, que para eso estaban, para el disfrute. La esposa era para tener hijos.

La palabra matrimonio procede de dos palabras romanas: "matris" y "munio". La primera significa "madre", la segunda "defensa". El matrimonio es la defensa, el amparo, la protección de la mujer que es madre, el mayor y más sublime oficio humano.

Cada palabra tiene su significado propio. Una compraventa gratuita no es una compraventa, sino una donación. Y una enfiteusis por cinco años no es una enfiteusis, sino un arriendo vulgar.

Llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo me parece como poco serio. Jurídicamente, un disparate. De carcajada. Que le llamen "homomonio", "chulimonio", "seximonio", lo que quieran, todo menos matrimonio, que ya está inventado hace tiempo. Nadie llama tarta de manzana a la que está hecha de peras.

Lo curioso es que cuando dices cosas como estas, algunos te miran como extrañados de que no reconozcas la libertad de las personas. Y por más que les dices que sí, que respeto la libertad de todos, que cada uno puede vivir con quien quiera, incluso con su perro, pero que eso no es un matrimonio, van y me llaman intolerante.

No sé lo que harán los parlamentarios a la hora de votar. Son políticos, no juristas. Votarán por razones políticas, no según Derecho. Las consecuencias son graves. Si un varón tiene derecho a casarse con otro varón y una mujer a hacerlo con otra mujer, ¿le vas a negar el derecho a un hermano a casarse con su propia hermana? ¿O a un padre a hacerlo con su hija? ¿No tienen el mismo derecho?

La sociedad se quiebra. Huele a podrido.


Fuente: Tomado de "Mi mamá se llama Ramón", por José Carlos Areán, Capellán del R.C. Celta - Vigo, España.

lunes, 17 de mayo de 2010

¿Y qué pasó con las imágenes armadas?



¿Cómo reconocer al enemigo? le reconoces porque es violento (alza la voz o usa mayúsculas; blasfema o introduce graves faltas ortográficas), te insulta, miente, se regodea en tu malestar y procura por cualquier medio tu destrucción, tanto física como espiritual.

En muchos ambientes nos estamos acostumbrando a escuchar, leer o ver los insultos del enemigo. Algunas veces nos tienta y hasta llegamos a comportarnos groseramente, como él.

¿Cómo poner fin a esto? Jesucristo es nuestro modelo: EL no peleó, ni huyó, pero provocativamente les mostró el absurdo de la violencia; puso la otra mejilla. Además también EL nos dice "Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque EL hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos" (Mt 5, 44ss).

Ya han transcurrido algunos días desde que conocimos del irrespeto cometido contra imágenes veneradas en nuestro culto católico: el Nazareno y Nuestra Señora de Coromoto. Hemos sido insultados los creyentes en nuestro sentimiento religioso. No ha habido ningún gesto de desagravio. Debemos reparar esta falta. ¡Vayamos a pintar ese mural!





Voces de cambio



Hoy algunos piden, entre otras cosas y en concierto de voces desde múltiples palestras, la abolición del celibato.

No es díficil imaginar que estas mismas voces, llegado el momento, también abogarían por la abolición del matrimonio monogámico (si ya se han atrevido a proponer e incluso a legalizar el matrimonio contra-natura, no es difícil imaginar que esta tendencia continúe).

Tanto para los consagrados como para los casados, la traición a la castidad según el estado de cada persona, es una traición a los votos sacramentados y, al mismo tiempo, es una traición a la otra persona a la cual presenta los votos.

Esta traición, que bien puede llamarse desviación, no se resuelve con la relajación de la norma, en aparente ampliación de la libertad, sino con el uso correcto de la libertad que ya se tiene.

La iglesia es una institución administrada por hombres acá en la tierra, pero concebida por Dios. Es universal y su cabeza es Jesucristo, quien de ella es Rey. Por lo tanto no se trata de una democracia, sino de la monarquía del Reino de los Cielos, del Reino de Dios.

Su constitución, recogida en las Sagradas Escrituras, fue dictada (inspirada) a profetas y hagiógrafos por el Espíritu Santo, es decir Dios mismo. De tal modo que es bastante díficil, por no decir imposible, que las propuestas de aquellos que se erigen como abogados por el relajamiento secular, se traduzcan finalmente en algún cambio.

Debemos siempre tener presente la máxima evangélica: "el cielo y la tierra pasarán, pero mis Palabras (base de la doctrina de la Iglesia) no pasarán" (cf Mt 24, 35).



sábado, 15 de mayo de 2010

Tu, que has concebido




«¡Alégrate!» (cf Lc 1, 28):

Es un día fuera de lo ordinario. Te sientes muy alegre, llena de vida, dichosa; es como si hay algo nuevo en tu vida, como si tu cuerpo es diferente.

Mientras comes un desayuno no habitual y caprichoso, las ideas van volando y saltando sin orden por tu cabeza. Repentinamente una idea te inquieta: ¿y si estoy embarazada?.

«No temas» (cf Lc 1, 30):

Tu primera reacción corresponde a tus instintos más básicos de supervivencia, porque ante la posibilidad del embarazo tus planes y tu misma pasan a un segundo plano.

«Darás a luz un hijo/hija» (cf Lc 1, 31); «él/ella será grande» (cf Lc 1, 32):

Considera el potencial de lo que te acontece. Ciertamente tu vida está por dar un vuelco para convertirse en algo totalmente distinto. Si es la primera vez, entonces a partir de entonces alguién te llamará "mamá". Si ya lo eres, entonces habrá una nueva personita que con sus propias particularidades expandirá todo lo que sabes sobre ser madre.

Tienes una oportunidad, primera o nueva, para recibir y compartir toda la felicidad que este ser puede dar y para que el mundo pueda llegar a ser un lugar un poquito mejor.

«¿Cómo puede ser eso?». (cf Lc 1, 34); «no hay nada imposible para Dios». (cf Lc 1, 37):

Es verdad que tu situación actual puede llenarte de ansiedad. Tal vez pienses que no es el mejor momento o que no estás preparada para asumir esta nueva realidad. Solo puedo decirte: Cree en Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Todo EL es providencia (cf Mt 6, 25-26).

Aún si luego de estas consideraciones, crees que no puedes conservar a esta criatura, considera al menos darla a otros en adopción. Como lo dijo alguna vez la Beata Teresa de Cálcuta, te repito: ¡No lo mates, dámelo a mí!.

«Que se cumpla en mí». (cf Lc 1, 38):

Al dejarte estas líneas elevo a nuestro Señor mi plegaria, para que te conceda las Gracias de alegrarte, de apartar el miedo y de poder decir: Dios, hágase en mí según tu voluntad.


sábado, 8 de mayo de 2010

Gracias, de corazón



Al despertar cada día, tu eres la primera que veo
Una sonrisa se dibuja en tu rostro, iluminándolo todo
La primera caricia la recibo de ti
La palabra hermosa de ese día, tu eres la primera en decírmela
Me cuidas proporcionándome lo que necesito
Anticipas cualquier cosa que pueda ser incomoda para mi, y lo arreglas todo para que continúe en mi placidez

Luego lees mi labios y sabes que quiero beber de tu ser y me alimentas
Y mientras tanto siempre sonríes
En el justo momento, con la mayor delicadeza, alivias mi satisfacción
Yo solo puedo contemplarte; no puedo dejar de extasiarme
Y con este espíritu que Dios me ha dado, solo se me ocurre llamarte de un modo, aunque aún no sé como decírtelo yo mismo:
“Mamá”, la criatura más perfecta de mi Creador

Todo esto se lo he contado en sueños a mi papi para que él te lo escriba por mi
El me ha respondido que no se pondrá celoso, pues sabe por su propia experiencia que esto es verdad
Incluso me ha prestado a su mamá, a mi abuelita, en estos días que te echamos mucho de menos

Gracias Dios por todas la mamás buenas del mundo, porque en ellas descubrimos nuestra primera idea de cómo es tu amor por cada uno de nosotros.
Nos deleitarnos también en sus destellos que evocan a la Madre de tu Hijo y nuestro Señor.
Bendícenos permitiendo que podamos tenerlas con nosotros por mucho tiempo más. Amén


De Día de la Madre 2010-05-09




viernes, 7 de mayo de 2010

Por el derecho a la Vida



Nasciturus (latín) es el término jurídico que define al no-nacido; significa "el que está por nacer". Desde la existencia del imperio romano, el nasciturus ha carecido de reconocimiento como persona, por lo que carece de la mayoría de los derechos que una persona posee, incluso el derecho a la vida. Todo esto puede cambiar si en los cuerpos legislativos se logra su reconocimiento como persona. Se acabaría el eufemismo en el que el aborto no es un homicidio.

Trabajemos por el reconocimiento jurídico del Nasciturus como Persona.

Propuesta: “La Mujer tiene pleno derecho a decidir sobre la concepción, en el disfrute responsable de su sexualidad, atendiendo sus períodos de fertilidad. El ser concebido tendrá dignidad jurídica de persona y su vida será protegida por todos los órganos del Estado llamados a tal fin”

Tiempo para Creer



Hay algunos que se llaman a sí mismos ateos, como si fuera una gran cosa; y a los que no son como ellos les llaman despectivamente crédulos. Creer o no creer es un asunto, que al mismo tiempo, requiere de Fe y Razón. Dejas solo la Fe y puedes caer en el fundamentalismo y la superstición. Dejas solo la razón y puedes caer en el materialismo y en la falta de humanidad. Decir que eres hijo de tu padre es un asunto de fe, solo tu madre puede decir, con razón, quien es quien. Igual sucede con otros ámbitos diferentes a la religión. En la política uno puede conocer la promesa de un candidato, de una ideología, de un partido, luego aplicar mucho razonamiento, pero al final si uno cree debe aceptar que la fe ha jugado un papel muy grande, porque al final que es la fe si no la garantía de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve (Hb 11,1).

El asunto es que los autodenominados ateos no conciben la existencia de Dios en este mundo tan bizarro, simplemente porque pareciera no estar, porque pareciera no existir, porque no le ven. Imagine cuanto huérfano negaría la existencia de sus propios progenitores. Y no me refiero a la negación por rebeldía. Ciertamente para creer en Dios, uno debe recibir esta gracia de EL, por eso decimos que la Fe es una virtud teologal. Pero también podemos usar la razón para descubrirle en las cosas de la naturaleza y en la caridad que viene en la taza de café que te obsequia aquella señora que no tiene nada más. Nos costará aceptar que algunas cosas no cuadren; como el cáncer, el hambre y las guerras; y poco a poco descubriremos nuestra propia misión y nuestro papel en la historia de la creación.


Defendamos nuestra Iglesia



La Iglesia no se limita a los consagrados ni a la cúpula o jerarquía eclesiastica. Iglesia somos todos los bautizados que, como pueblo de Dios, somos convocados (de aquí el nombre de iglesia) para completar la misión de Cristo en este mundo. Dios, por serlo, no necesita ninguna representación, de allí que haya venido personalmente, humanizado como Jesús, para terminar de revelarnos el plan de salvación. Sin embargo, conociendo de antemano la naturaleza humana si quizo establecer un esquema de autoridad muy claro; de allí la jerarquía; de allí el Papa. Este último, sería el único al que pudieramos llamar representante; sólo a éste le fueron dadas las llaves. Aunque la persona no fuera santa, santo es el cargo, porque santa es la misión, encomendada por el Santo de los santos.
Muchos claman estos días por cambios en la Iglesia. La Iglesia cambiará, como lo ha hecho antes, para ser más transparente, para comunicar mejor, para prevenir y curar las propias enfermedades más eficientemente. Pero en cuanto a su doctrina, sustentada en la Palabra y alimentada por el Espíritu Santo, podemos afirmar una vez más que cielo y tierra pasarán, pero esta prevalecerá.