martes, 15 de febrero de 2011

El espíritu de un niño





El espíritu de un niño...‎es agua que debemos asperjar, para que toque el cielo y, llenándose de luz, la refleje en todos los colores. Luego, cuando caiga como llovizna, encausarla como un río para que llegue al mar inmenso de la Verdad y conozca a Dios.