jueves, 23 de octubre de 2008

Oración de San Pablo a Dios Padre

Oración a Dios Padre, confeccionada por San Pablo Apóstol

(Cf. Ef 3, 14-21)

Padre Celestial, Dios Nuestro,
de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra,
conforme a los tesoros de tu bondad,
concédenos que tu Espíritu nos fortalezca interiormente
y que Cristo habite por nuestra fe en nuestros corazones.

Y así, arraigados y cimentados en tu amor,
podamos comprender con todo el pueblo de Dios,
la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo,
y experimentemos ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano,
para que así quedemos colmados con la plenitud misma de tu Ser.

A ti, que con tu poder actúas eficazmente en nosotros,
que puedes hacer infinitamente más de lo que le pedimos o entendemos,
te sea dada la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús,
por todas las edades y por todos los siglos.

Amén.

viernes, 3 de octubre de 2008

Palabras de Luz

Hoy comparto algunas citas en las que podemos profundizar el conocimiento sobre nosotros, sobre el por qué estamos aquí y qué nos aguarda más adelante, cuando termine nuestra estadía en este mundo. 

"Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, a su imagen lo creó, hombre y mujer los creó"[1]. "Y lo colmó de ciencia para distinguir el bien del mal"[2]. "Tiene dignidad de persona; no es solamente algo, si no alguien"[3]. "Esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío"[4]. "Esta libertad se demuestra haciendo el bien, no el mal"[5].

"La persona humana, es a la vez cuerpo y alma"[6]. “Que mi alma viva para alabarte”[7]. “En Dios solo descansa el alma mía, de Él espero mi salvación”[8].

 “El pecado no dominará, porque estamos bajo la gracia de Dios”[9]. “Todos los preceptos que nos advierten sobre el pecado, se resumen en esta fórmula: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”[10].

“Pon amor donde no hay amor y sacarás amor”[11]. “Cuando el amor haya alcanzado en nosotros su plenitud, tendremos confianza en el día del Juicio”[12].

 “En tu promesa, Dios, creo y confío. Esta es mi esperanza”[13]. “Tu harás nuevas todas las cosas y habitarás entre nosotros y ya no habrá más sufrimientos”[14].

Amén.



[1] Cf. Gn 1, 27

[2] Cf. Si 17, 6-7

[3] Cf. CIC 357

[4] Cf. Juan XXIII, Pacem in Terris, 9

[5] Cf. 1 Pe 2, 16-17

[6] Cf. CIC 362

[7] Cf. Sal 119 (118), 175

[8] Cf. Sal 62 (61), 2

[9] Cf. Rm 6, 14

[10] Cf. Jn 17, 21; Mt 22, 37-39

[11] San Juan de la Cruz

[12] Cf. 1 Jn 4, 17

[13] Cf. Jr 33, 14-16

[14] Cf. Ap 21, 1-4