sábado, 8 de mayo de 2010

Gracias, de corazón



Al despertar cada día, tu eres la primera que veo
Una sonrisa se dibuja en tu rostro, iluminándolo todo
La primera caricia la recibo de ti
La palabra hermosa de ese día, tu eres la primera en decírmela
Me cuidas proporcionándome lo que necesito
Anticipas cualquier cosa que pueda ser incomoda para mi, y lo arreglas todo para que continúe en mi placidez

Luego lees mi labios y sabes que quiero beber de tu ser y me alimentas
Y mientras tanto siempre sonríes
En el justo momento, con la mayor delicadeza, alivias mi satisfacción
Yo solo puedo contemplarte; no puedo dejar de extasiarme
Y con este espíritu que Dios me ha dado, solo se me ocurre llamarte de un modo, aunque aún no sé como decírtelo yo mismo:
“Mamá”, la criatura más perfecta de mi Creador

Todo esto se lo he contado en sueños a mi papi para que él te lo escriba por mi
El me ha respondido que no se pondrá celoso, pues sabe por su propia experiencia que esto es verdad
Incluso me ha prestado a su mamá, a mi abuelita, en estos días que te echamos mucho de menos

Gracias Dios por todas la mamás buenas del mundo, porque en ellas descubrimos nuestra primera idea de cómo es tu amor por cada uno de nosotros.
Nos deleitarnos también en sus destellos que evocan a la Madre de tu Hijo y nuestro Señor.
Bendícenos permitiendo que podamos tenerlas con nosotros por mucho tiempo más. Amén


De Día de la Madre 2010-05-09




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