lunes, 6 de septiembre de 2010

El infierno, si existe



¿Sabes qué? si el infierno fuera un lugar de nuestra dimensión material se debería encontrar físicamente en algún lugar geográfico o planetario. Me inclino a pensar que el infierno, por ser eterno, no es de este mundo, no es material sino espiritual. De este modo, las cosas allí no se podrían medir con parámetros materiales como la temperatura o la presión; no aplicarían las leyes y teorias naturales como la Ley de Boyle o la teoría de la gravedad. 

Ciertamente en las escrituras se habla del lugar del fuego eterno, pero por lo dicho hasta ahora este fuego no sería un fuego material ¿entonces qué es? Sería algo que "quema" como el fuego: el remordimiento. 

Imagina estar pensando continuamente, para toda la eternidad, que tuviste toda una vida para reconocer a Dios, crecer en la Fe y la Esperanza y perfeccionarte en la Caridad, y que por orgullo y soberbia no quisiste usar tu libertad para hacer el bien y para escoger la mejor parte. Eso si que debe "quemar" el alma. 

También hemos aprendido que en el infierno no está Dios (que es Amor). Incluso con toda la crueldad  que puede haber en este mundo, siempre podrá encontrarse algún destello de amor, pero allí no, ese es el lugar de la ausencia absoluta de amor. Allí se encuentra todo lo contrario: el odio. Imagina estar eternamente sintiendo odio hacia todo, pero principalmente hacia uno mismo, por cometer la terrible estupidez de no aceptar el Evangelio, por no ser suficientemente valiente para la propia Conversión, para el arrepentimiento y para la reconciliación. 

¡Terrible! y precisamente por eso le llamamos infierno; que por cierto, viene del latin "ínferus" o lugar inferior, pero que no tiene que ver con un lugar subterráneo o con el centro de la tierra, sino que es un lugar inferior en calidad espiritual.