Reina solo es María,
Madre de Dios,
Pero entre sus princesas te debe contar.
El Amor que encuentras en ella,
Que proviene de su Hijo,
Solo ella te lo puede dar.
Con ella eres siempre primera,
Nunca ocupas segundo lugar;
Con ella todo es siempre nuevo,
Y todo, con ella, lo vas a estrenar.
Sé que en este momento,
Tu vida en el cruce del camino está;
Llama a tu Madre María,
Para que no equivoques tu destino,
Que es estar con ella, cuando ya con más nadie puedas estar.
Todo en este mundo es espejismo,
Solo Dios es Verdad;
Si quieres conocerle, permanece con María,
Que ella a Él te llevará.
Lc 21,5-11 nos enseña lo efímero que puede ser todo lo bello que se encuentra en el mundo. Todo pasa. Las cosas que un día fueron, ya no son; lo que ahora nos causa admiración llegará un día en que no quedará rastro de ello. Lo único que permanece es Dios. Es lo único que no cambia, que no muta (P. Ernesto María Caro; www.evangelizacion.org.mx). Este blog es sobre aquello que nos ocupa o nos impresiona; sobre reflexiones e ideas; sobre lecciones para vivir y morir en paz.
miércoles, 28 de enero de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario