Lc 21,5-11 nos enseña lo efímero que puede ser todo lo bello que se encuentra en el mundo. Todo pasa. Las cosas que un día fueron, ya no son; lo que ahora nos causa admiración llegará un día en que no quedará rastro de ello. Lo único que permanece es Dios. Es lo único que no cambia, que no muta (P. Ernesto María Caro; www.evangelizacion.org.mx). Este blog es sobre aquello que nos ocupa o nos impresiona; sobre reflexiones e ideas; sobre lecciones para vivir y morir en paz.
lunes, 21 de julio de 2008
Agradecimiento a Santa María Virgen
Gracias te doy,
Madre Inmaculada,
por haber aceptado humildemente,
como sierva de nuestro Padre Celestial,
su voluntad cuando te fue anunciada por el Ángel Gabriel,
permitiendo de este modo que Jesús Cristo,
por obra y gracia del Espíritu Santo,
se hiciera carne en ti, para traernos redención y salvación.
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